Escasean los planes de emergencia en condominios
La falta de planes de emergencia en algunos condominios quedó al relieve tras el paso del huracán Irma por Puerto Rico, expuso la presidenta de la Asociación de Administradores de Condominios, Sharon Rodríguez Díaz.
“Aquí, lamentablemente, la gran parte de los condominios no está dándole prioridad a ese plan de emergencia. No se lo dan y el día que lamentablemente surja una situación, vamos a ver cómo los condominios van a sufrir”, dijo Rodríguez Díaz a EL VOCERO.
Destacó que la Ley de Condominios dispone que cada uno de estos edificios tenga sus planes de emergencia y estar diseñado de acuerdo con sus particularidades.
Estos planes contemplan atender situaciones en huracanes, terremotos e incendios. En los mismos se deben identificar las salidas de desalojo, los puntos vulnerables del condominio, las personas a cargo en momentos de emergencia y personas de la tercera edad que vivan solas, entre otros detalles.
La Ley de Condominios dispone que se deberá aprobar y mantener un plan de desastre y emergencia que deberá actualizarse cada tres años. Esta revisión deberá ser consultada con las entidades gubernamentales, municipales y federales que sean pertinentes a la vida y propiedad.
“Nosotros atendemos bastante situaciones. La queja mayor que recibimos es la falta de comunicación y organización con las juntas de directores. Hay juntas que son responsables y cumplidoras. Sin embargo, hay otras juntas que actúan en su carácter personal y que actúan sin tomar en consideración que tienen que dejar a un lado el personalismo, versus tomar decisiones sabias a favor de cada uno de los dueños de los apartamentos. Los titulares no se pueden desligar de los asuntos del condominio, porque son dueños, no se pueden desligar de las asambleas”, enfatizó Rodríguez Díaz.
Señaló que hay ocasiones en que los consejos de titulares no se ponen de acuerdo en diferentes asuntos. Dio como ejemplo la inversión en plantas de eléctricas por lo costosas que son. Indicó que hay plantas que fluctúan entre $40,000 a $50,000.
“A mi mejor entendimiento, deben evaluar los costos versus los beneficios. Porque muchas veces, en momentos como los que estamos atravesando ahora, hay personas que no pueden estar haciendo el ejercicio de subir y bajar las escaleras, sobre todo en condominios de pisos altos”, sostuvo Rodríguez Díaz.
Consideró que las plantas eléctricas son un gran inversión, por lo menos para cubrir las áreas comunales.
“Entiendo que los administradores, los consejos y las juntas de directores deben evaluar que cuando vayan a invertir, cuando vayan a hacer uso de su dinero lo hagan de forma responsable, con una conciencia de qué cosas son necesarias y meritorias”, planteó Rodríguez Díaz.
Publicado en vocero.com el 27 de septiembre de 2017 por Melissa Correa